El arte para muchos es una forma de expresar lo que sienten, que puede ser tomado de diferentes puntos de vista según quien lo vea. El lenguaje utilizado es portador de muchos significados; expresa emociones, diversos signos y significados.
El artista necesita poder crear su obra con un lenguaje creativo contenido de muchos signos y que el lector decidirá cuales serán los significantes, por lo que el arte muestra que no tiene un patrón de significados evidentes para todas las personas. El arte logra crear cosas inimaginables, que son plasmadas en sus distintos ámbitos y en una primera contemplación del objeto puede generar placer o displacer, esto según quien lo observe y en el estado emocional en el que se encuentre.
Y es que cada quien toma como quiere al artista, por ejemplo en mi caso, lo concibo; como una persona con gran imaginación que expresa sus pensamientos, ideales y sentimientos a través de sus creaciones artísticas con un alto riesgo de ser incomprensibles para la sociedad que no tiene conocimientos sobre el arte, y es que el arte esta en nuestras venas, sólo hay que desarrollarlo, necesitamos una motivación o un empujoncito para poder desarrollar nuestras habilidades artísticas.
Picasso en sus obras muestra grandes dotes artísticos, esto claro, según quien lo observe, pero hay que dejar claro que fue el creador del Cubismo, que era visto como un nuevo lenguaje y una nueva estética, un arte mental no sólo en las formas, sino en la concepción de la obra y es que para comprender un cuadro hay que pensarlo. En su obra “Mujer Sentada con Reloj de Pulsera” vemos como sus figuras se fueron alejando del modelo natural, es necesario un esfuerzo mental para reconstruir la figura. Es la línea la que crea la figura y compone el cuadro.
El cuadro cubista representa, al mismo tiempo, todas las formas posibles de ver una figura, en esta obra podemos observar el perfil de la mujer dividido en dos y con los ojos de frente. También potencia las partes más significativas de la figura, reduciéndolas a formas geométricas redondeadas.
Si hacemos un análisis relacionando la obra con la realidad vemos que el retrato prácticamente deja a la imaginación la parte a la que le falta color en el rostro y crea una posible imagen oculta de perfil. Con su reflejo no inmediato: tiene una transformación en la parte del rostro que presenta un doble enfoque visual.
Si lo vemos desde la realidad precede a la obra; como es un rostro podemos determinar que es real aunque por ser una obra de arte tiene elementos artísticos como los antes mencionados.
Desde un enfoque de simbolismo; no referencialidad: Su obra es ficticia y queda a la imaginación del artista aunque pone de manifiesto las evidencias necesarias para determinar que se trata de una mujer.
Icónicamente: Representa el sentido general de la obra tomando en cuenta todos los elementos agregados que forman una idea. Y desde una expresión de valores: Las obras expresan los ideales, valores y hasta sentimientos del artista.
En el arte llamamos bueno a lo que nos es útil, a lo que nos sirve de medio, pero también es lo que nos otorga esta sensación en si misma, mostrándonos que siempre es un fin, complaciendo la existencia de un objeto o una acción, nos muestra un interés.
Para saber si es algo bueno, se debe de tener claridad acerca del objeto, conocer de cerca o tener una referencia, el gusto debe depender de la reflexión sobre el objeto en cuestión, produciendo la distinción entre lo agradable y lo que descansa solo en la sensación de un fin.
Lo agradable se nos presenta en nuestro juicio, como un sentimiento privado, restringido solo a la persona. Mientras el gusto no debe complacer tan solo a una persona, porque al categorizar algo de bello no juzgándolo solo para sí, sino para complacer a otros, esto en un sentido más amplio del arte.
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Pablo Ruiz Picasso (n. Málaga, España; 25 de octubre de 1881 - f. Mougins, Francia; de abril de 1973), conocido como Pablo Picasso, fue un pintor y escultor español, creador, junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista.
Considerado uno de los mayores artistas del siglo XX, participó desde la génesis en muchos movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejercieron una gran influencia en otros grandes artistas de su tiempo. Incansable y prolífico, pintó más de dos mil obras, presentes en museos y colecciones de toda Europa y del mundo. Además, abordó otros géneros como el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, la escultura, la cerámica y el diseño de escenografía y vestuario para montajes teatrales.
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